El embajador paraguayo en Bolivia, Julio César Vera, exhortó a optimizar la hidrovía Paraguay-Paraná, a fin de abaratar los costos que hoy tienen el trasiego de mercancías por ese sistema fluvial.
“Creemos necesario optimizar el funcionamiento de la hidrovía; en caso contrario, no se logrará lo que todos pretendemos, un tráfico barato y fluido”, afirmó Vera en declaraciones a la estatal red radial Patria Nueva.
El proyecto de la hidrovía Paraguay-Paraná establece la construcción de un canal navegable por dichos ríos y algunos de sus afluentes, con el objetivo de que puedan transitar barcazas con grandes volúmenes de carga durante todo el año.
Dicho proyecto responde a una estrategia de transporte fluvial en un tramo comprendido entre Puerto Cáceres (Brasil) en su extremo norte y Puerto Nueva Palmira (Uruguay) en su parte meridional.
Comparten el sistema fluvial Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, naciones que crearon el Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), a través del cual establecieron diversos convenios con organismos multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento, entre otras.
El diplomático de Paraguay consideró que por el retraso de algunos países, el tema de la hidrovía constituye una asignatura pendiente, pues el CIH se reúne de vez en vez sin avances significativos.
“Somos cinco países que hemos internalizado los protocolos firmados sobre el tema. Hasta hoy, Argentina no ha podido vencer la resistencia interna y sigue sin rubricar los documentos correspondientes”, explicó.
“Eso nos crea dificultades porque cuando una barcaza o un tren de barcazas de bandera boliviana, paraguaya o brasileña ingresa a territorio argentino, no rigen los protocolos firmados”, puntualizó.
A su juicio, el mejor camino para la hidrovía sería formar un ente plurinacional con participación de representantes de los cinco países, con un consejo de administración, que designe un comité ejecutivo, con un presidente y cuatro directores adjuntos.
Este cargo sería rotativo cada dos años por país y podría darle la estructura de una empresa, con una dirección de infraestructura, técnica, jurídica, administración y finanzas, y cualquier otra necesaria para concretar el proyecto y proceder a una licitación para su construcción, analizó.
De acuerdo con Vera, las obras podrían demandar más de 220 millones de dólares, que se recuperarían con el cobro de peajes a los usuarios de la hidrovía.
Fuente: Agencia de noticias Prensa Latina.