El mercado de espacios logísticos sigue mostrando gran dinamismo, según lo indica el último informe elaborado por el Departamento de Investigación de Mercado de Cushman & Wakefield -empresa global de servicios inmobiliarios corporativos-. Destaca la buena performance del sector en el primer semestre de este año.

Según los datos publicados, luego del récord de la oferta registrado en 2016, que superó en 44% al promedio de la superficie entregada de los cinco años anteriores y que estuvo acompañado por la demanda, la tendencia se mantuvo.

De este modo, entre enero y junio de 2017 la absorción neta continuó en terreno positivo, alcanzando los 28.000 m2, aunque la incorporación de 45.000 m2 al mercado elevó de manera moderada la vacancia, que pasó de 8,3% a 9,2%.

Por otra parte, la construcción de superficie premium continuó aumentando durante el primer semestre de 2017. Se estima que a corto plazo podrían entrar al mercado alrededor de 387.300 m2, cifra que representa el 26,5% del inventario actual.

Mientras tanto, los proyectos en carpeta suman 639.000 m2, de los cuales el 82% está localizado en zona Norte. De esa porción, el 60% se encuentra en el submercado Triángulo San Eduardo.

Los precios de renta medidos en dólares registraron un ascenso generalizado en torno al 3% durante el primer semestre del año, acompañando el incremento del índice CAC, inflación y CEDOL (costo de las operaciones logísticas), frente a la leve apreciación del dólar respecto de la moneda local.

En cuanto al contexto económico, el estudio valora la leve mejora de algunos indicadores, y recuerda que “recomponer la actividad económica continúa siendo uno de los mayores desafíos del Gobierno”.

Además, se destaca que “la producción industrial también ha salido del terreno negativo y parece comenzar a consolidar su recuperación, lo que hace prever un mayor dinamismo económico en el corto plazo”.

Por último, otro dato positivo es la baja del índice de inflación, aunque “aún lejos del objetivo del 17% propuesto por el BCRA para este año”. En ese sentido, el informe señala que “un mayor control sobre la inflación permitiría recuperar el poder adquisitivo del salario real e impulsar el consumo interno”.

Fuente: Cushman & Wakefield.