Entrevista a Claudia Geniz, gerente de Mercados en GS1 Argentina

¿En qué proyectos están trabajando desde GS1 Argentina?

En GS1 venimos trabajando desde hace unos años en distintos proyectos para hacer más eficientes algunos procesos. Algunos están vinculados con el retail y la disponibilidad de producto, y con la industria que abastece al consumo masivo. Otros están más orientados a transporte y logística.

En primer lugar, GS1 Argentina trabaja en disponibilidad de producto desde hace tiempo con un estudio anual de faltantes. Ese indicador nos permite trabajar en el uno a uno con las empresas para lograr mayor disponibilidad y eficiencia en los procesos.

De ese estudio anual, llamado FMG (Faltante de Mercadería en Góndola), derivó el estudio OSA (On Shelf Availability), que realizamos tanto para proveedores e industria como, desde hace dos años, también para el retail. En este caso quiero hacer foco en el trabajo con las cadenas de retail: actualmente tenemos tres en curso que contratan el servicio para medir de manera fehaciente la disponibilidad en tienda.

Una cosa es la información que aportan los sistemas -cada vez más precisa y útil en términos de KPIs- y otra distinta es relevar lo que sucede en el punto de venta y en los procesos asociados. Cuando detectamos un faltante, vamos a la tienda e indagamos por qué ese producto no está disponible. Eso nos permite entender si el problema está en la reposición, en el pedido, en el nivel de stock mínimo, o incluso en casos de “stock ficticio” que figura en el sistema pero no existe físicamente.

Este trabajo ayuda a mejorar los procesos operativos y aumentar la disponibilidad de producto, algo clave hoy en día: sin producto, no hay venta.

Esto recuerda a las antiguas buenas prácticas, como la “respuesta eficiente al consumidor”.

Exacto. Se viene trabajando desde hace tiempo, pero ahora se suman nuevas metodologías de captura de datos que hacen más eficiente el trabajo y, sobre todo, permiten disponibilizar la información en el momento. Apenas finaliza el relevamiento, los resultados ya están en un tablero y se pueden accionar casi de inmediato con el personal de tienda.

Así, los tiempos de toma de decisiones mejoran muchísimo. Además, el servicio es flexible: el retail puede decidir qué tiendas medir cada mes y adaptar el estudio a sus necesidades.

¿Detectaron un patrón de causas por las que los productos faltan en góndola?

Sí, las causas están tipificadas y agrupadas, pero adaptamos la información a cada retail porque les sirve para sus procesos en particular. Por ejemplo, puede suceder que un producto esté en el centro de distribución y todavía no haya llegado a la tienda, que esté en tránsito o que directamente no haya suficiente stock para abastecer a todas las sucursales.

Otro caso frecuente: el producto está en la trastienda, pero en altura o dentro de jaulas de seguridad, lo que dificulta el acceso para reponerlo. Esos detalles operativos son claves para entender por qué el producto no está disponible y cómo resolverlo.

¿Qué muestran los estudios sobre el comportamiento del consumidor cuando no encuentra un producto?

En el estudio anual medimos justamente eso. Hasta el año pasado, un 30% de los shoppers que no encontraban el producto lo reemplazaban por otra presentación o por otra marca. Ese es un problema para el fabricante, aunque no tanto para el retail, que de todas formas concreta una venta.

En los últimos dos años vemos mejoras en los KPIs de disponibilidad. Las cadenas que trabajan con el estudio reducen significativamente sus faltantes, lo que demuestra que poner foco en este indicador genera resultados.

¿Las cadenas comparten sin problema esa información?

Sí. Es un servicio que trabajamos uno a uno, con acuerdos de confidencialidad. La información no se comparte a nivel de mercado: los resultados y tableros son exclusivos para cada cadena.

Mencionó que también están trabajando en proyectos de transporte y logística…

Así es. Desde hace unos años conformamos un grupo de transporte y logística a pedido de la industria y el retail. Uno de los temas más críticos es la entrega en los centros de distribución, que suele ser muy extensa. Por eso definimos un modelo de entrega certificada, siempre en base a acuerdos entre las partes.

El esquema incluye: identificación estandarizada de palets, para que sea unívoca sin importar el proveedor; y aviso de despacho electrónico a través de EDI, con toda la información de cómo está conformado el envío.

De este modo, el retail recibe el camión, escanea los palets y valida automáticamente la información precargada en el sistema. Si algo no coincide, se corrige; pero ya no es una carga manual. Esto agiliza la recepción de mercadería hasta en un 50%.

Algunas cadenas y proveedores ya lo implementan, otros están en proceso. Depende mucho del desarrollo de IT y de contar con la etiqueta en el palet y el aviso de despacho conformado.

¿Planean nuevos proyectos?

Sí. La entrega certificada seguirá siendo una prioridad, porque los resultados son muy buenos. Y estamos desarrollando mejoras en el servicio de disponibilidad de producto con reconocimiento de imágenes.

Nuestro sueño es hacer un estudio de faltante de mercadería -que alcanza a 1500 productos- con el sistema de reconocimiento. No es algo inmediato ni sencillo -requiere mucho desarrollo-, pero es nuestro objetivo a futuro.

Vea la entrevista completa a Claudia Geniz, gerente de Mercados en GS1 Argentina, en este enlace.