Los 30 años de GS1 Argentina y la revolución del Código de Barras
El código de barras, ese pequeño símbolo de barras negras sobre fondo blanco creado a mitad del siglo XX, se convirtió rápidamente en un lenguaje único para la economía global. Historia, presente y futuro en momentos en que GS1 Argentina cumple 30 años de vida.
Desde que se practicaba el trueque hasta la revolución del comercio electrónico, el hombre siempre ha tenido la necesidad de comprar y vender: bienes y servicios indispensables para su vida, y productos de elaboración propia para generar un medio de subsistencia. A través del crecimiento de las ciudades y los avances de la tecnología, los cambios se fueron generando cada vez más rápido: a mediados del siglo XX, las operaciones de comercio pasaron de ser manuales a automatizarse. Esa revolución tuvo un nombre: código de barras. El pequeño símbolo de barras negras sobre fondo blanco se convirtió rápidamente en un lenguaje único para la economía global.
Hasta la irrupción del código de barras en el comercio minorista la marcación de los precios en los productos vendidos en supermercados se hacía con etiquetadoras, artículo por artículo. La tarea implicaba horas y horas de trabajo manual y errores que significaban importantes pérdidas y altos costos administrativos.
Fue así que los supermercados se plantearon la necesidad de agilizar la gestión de la línea de cajas y de optimizar los controles de stock. Para hacer frente a esta necesidad, la US National Association of Food Chains lanzó el requerimiento de un sistema de automatización para el sector.
El código de barras fue desarrollado en 1969 dando paso luego al Universal Product Code (UPC), y en 1970 la cadena Kroger de Cincinnati recibió el primer escáner que significó un cambio definitivo a la hora de comercializar productos.
En junio de 1974 en la ciudad de Troy, en Ohio, los supermercados Marsh recibieron el primer producto con código de barras: una caja con envases de chicles Wrigley’s Juicy Fruit, que costaban 67 centavos de dólar.
A mediados de los ’70 un grupo de empresarios norteamericanos formó un comité que estableció las bases del código de barras. Por su parte, en Europa, fabricantes y distribuidores de 12 países se reunieron para desarrollar un código similar al de Estados Unidos y lanzaron el EAN-European Article Number, de 13 dígitos en lugar de 12 como tenía el UPC. El concepto europeo también se diferenció al focalizar la cadena de suministro en lugar de concentrarse en el punto de venta del negocio minorista, como sucedía en Estados Unidos. Una caja de saquitos de té Melrose fue el primer producto identificado con un código EAN-13 en el Reino Unido.
En 10 años Europa concretó la difusión del código de barras y los 12 países motores del revolucionario desarrollo crearon una entidad sin fines de lucro denominada EAN International. Años más tarde, a partir de un acuerdo llevado a cabo el 1º de mayo de 1997 entre la Organización UCC – Uniform Code Council y EAN International, se acordó que el sistema norteamericano migraría al sistema europeo y que se lanzaría así la Iniciativa Sunrise 2005. Con este acuerdo los estándares de 13 dígitos alcanzarían un carácter universal.
Para Alejandro Rodríguez, presidente de GS1 Argentina, “son varias las formas de ver las diferentes ventajas que se lograron al implementar el uso del Código de Barras; para comenzar, desde el punto de vista puramente práctico, resulta poder acceder a información de bienes o artículos en forma inmediata, completa y sin errores, en un mundo en el que la diversidad de productos continúa aumentando en forma exponencial. Sólo basta imaginar a una cajera de un supermercado de hoy sin el soporte de simplificación que le brinda un sistema de Códigos de Barras. Ni hablar de lo que representa hacia adentro de la organización como por ejemplo, en la Administración y la Cadena de Abastecimieto.
La codificación estándar GS1 en sus diferentes versiones y formatos es utilizada a través de todas las cadenas de abastecimiento generando mejoras en eficiencia, reducción de gastos y un servicio superior al Consumidor final.”
La Asamblea General de EAN International donde se confirmó el Sunrise 2005 hizo saber que la Organización “pronto tendría un nuevo nombre y un nuevo logo”: GS1 sería el nombre, y la sede se encontraría en Bruselas. La generalización de la codificación y su inserción en un mercado de vertiginoso crecimiento permitió desarrollar otras herramientas hoy ya indispensables para la automatización de negocios.
Alejandro Rodríguez afirma que “el sistema de Códigos de Barras de GS1 es un sistema estándar mundial que está difundido en más de 110 países, lo que resulta la clave del éxito de GS1 a través del tiempo: Un solo código que puede ser leído en cualquier parte del planeta. Pensemos además, cómo serían los envases si en lugar de tener un solo código de barras llevaran impresos 5 ó 10 códigos, para después tener además que adivinar cuál es el que se usa en ese país o negocio”.
En Argentina: el código y Código
El desarrollo del supermercadismo se inicia en la década del ’50: en 1951, en Mar del Plata, Bernardino Brasas decidió vender golosinas en su almacén con una modalidad diferente: la novedad consistió en una gran pirámide formada por caramelos, con el precio indicado en el frente, y un cartel al público que decía: “Sírvase usted mismo y pague a la salida”.
En algunos años, esa manera de comprar se extendió por todo el país. La irrupción de cadenas de supermercados nacionales y provinciales hizo que diez años más tarde se formara la primera Cámara Argentina de Supermercados, presidida por Ovidio Bolo, que se incorpora a EAN International en 1984.
Así, se constituye la Asociación Civil Argentina de Codificación de Productos Comerciales “Código”, y poco después es asignado el prefijo 779 que identifica hasta hoy al país. La primera medición completa del Sistema de Verificaciones se lleva a cabo en los supermercados Jumbo por iniciativa de Stefan Krause, Presidente de la Cadena en Argentina y vocal suplente de la Comisión Directiva de “Código”.
Década del 90: la revolución de Internet
El año 1994 en particular, marcaría el inicio de una nueva etapa en la cual hay que destacar, además de los avances propios de la tecnología estándar, la necesidad de acercamiento al afiliado a través de dos herramientas fundamentales: la capacitación y la comunicación. La tecnología a su vez revolucionó el mundo de las comunicaciones con la telefonía celular y con la aparición de Internet.
Las centrales de sistemas de las empresas llegaron a cada escritorio con una terminal para uso de cada empleado, y la PC ganó los hogares y millones de usuarios.
Un gran momento había llegado y “Código” lo aprovechó para conectarse más que nunca con la región y el mundo: trabajó para mejorar la eficiencia de la cadena de abastecimientomdel sector de consumo masivo fue la Alineación de Datos, que dio origen al DATA.COD o Catálogo Electrónico. En Argentina se lanzó a modo de prueba piloto el 20 de setiembre de 1999, con la presencia de representantes de nueve cadenas de supermercados y diez y seis representantes de empresas proveedoras.
El presidente de GS1 Argentina dice que “ateniéndose a los datos que manejamos en GS1 Argentina, confirman un total de 9.500 asociados y más de 4.5 millones de productos identificados con un Código de Barras estándar GS1. De todos esos productos, los que siguen activos son pasados todos los días por las cajas registradoras de todo el país en todo momento. Sólo para mencionar algunas de las categorías de productos codificados podemos referirnos a Alimentos y Bebidas, Cuidado de la Salud, Cuidado del Hogar, Belleza e Higiene, Construcción, Indumentaria, Indumentaria, Electrodomésticos, entre otros”.
El nuevo milenio
El otro gran desafío del año 2001 fue la realización del 1º Estudio de Faltantes de Mercadería en Góndola (FMG), estudio que apuntó a la detección de las causas que hacen que el consumidor no encuentre el producto deseado en el lugar correcto en el momento de la compra. La tercera década fue más allá del código de barras utilizado en un punto de ventas, fue hasta la administración de los depósitos, hasta los controles de stock, hasta los centros de prestación de servicios hospitalarios, hasta la factura electrónica, hasta los sectores veterinarios y fitosanitarios, hasta la capacitación virtual o la teórico-práctica en un Centro que reproduce una cadena de abastecimiento en 240m2, hasta la identificación por radiofrecuencia.
Acerca de los logros más importantes de la última década para GS1 Argentina, Alejandro Rodríguez cree que la mejor forma de identificarlos es “viéndolos desde los distintos sectores que implementaron los estándares globales de GS1 Argentina. Primeramente el sector Retail, donde se puede reconocer en forma directa todo lo dicho anteriormente sobre las mejoras en eficiencias, costos y servicio al Consumidor. El aporte clave de GS1 Argentina al sector se extiende a estudios de presencia o faltantes en góndola como es el Estudio FMG, a estudios de Legibilidad de Códigos, a programas de Trazabilidad de productos y a Seguridad Alimentaria, entre otros.
En segundo lugar en el sector Salud, del que quiero destacar que nuestro país es el único en el mundo que ha implementado un Sistema de Trazabilidad de Medicamentos e Instrumental Médico, GS1 Argentina fue la entidad elegida por ANMAT para recomendar los códigos de identificación del sistema de Trazabilidad vigente desde el año 2011, sistema que está desarrollándose en forma altamente exitosa. También, desde la perspectiva del sector Agropecuario, los códigos estándares GS1 son utilizados por el Sistema de Trazabilidad de Productos Agroquímicos y Productos Veterinarios implementado por SENASA para identificar todas las unidades producidas, distribuidas y usadas por este importantísimo sector de nuestro país”.
GS1: Nueva identidad
El año 2005 se inició con un importante cambio institucional que se derivó de la fusión de EAN International con el Uniform Code Council (UCC), dando lugar a una nueva denominación para la naciente entidad global, llamada GS1 a partir de entonces.
GS1 pasó a ser un estándar global, un sistema global, una solución global, con un nuevo nombre y un único lenguaje: el lenguaje mundial de los negocios. La nueva identidad adoptó además, una nueva imagen que la representaría, dentro de la cual se creó un logotipo de uso global, se eligió un espectro de colores para caracterizar a toda la papelería y documentación utilizadas, se tipificaron los diseños de los sitios web, y se lanzó un ciclo de difusión con publicaciones globales impresas y electrónicas.
A partir del año 2006 GS1 Argentina contó con nuevas autoridades en las áreas directivas y de gerencia; Rubén Calónico se incorporó como Gerente General y se constituyó la Gerencia Administrativa a cargo de Hernán Martínez. En 2009 Alejandro Rodríguez asumió la Presidencia, secundado por Martín Dewey en su carácter de Vicepresidente.
Futuro y tecnología
Alejandro Rodríguez, presidente de GS1 Argentina, expresa lo siguiente acerca de la tecnología y el futuro:
Los estándares GS1 han venido acompañando el extraordinario avance de la tecnología a través del tiempo de forma tal que siempre han tenido vigencia y han jugado un rol clave en todos los cambios que se han ido implementando para el logro de mejoras en eficiencia operativa, en reducción de costos y en servicio de excelencia al Consumidor final. En tal sentido, en una búsqueda permanente de anticipo e innovación, los estándares GS1 han ido evolucionando concretamente desde el clásico Código de Barras hasta los códigos Bidimensionales y Tridimensionales, hasta los Códigos de Radiofrecuencia (EPC) y, actualmente, hasta nuevas generaciones de códigos de identificación que ya se están explorando.
Bien sabemos que es difícil pronosticar las innovaciones que seguramente va a traer la tecnología en un futuro, pero en el portafolio de códigos de identificación GS1 ya está probada y disponible una variedad de códigos con mayor contenido de información que el clásico GTIN 13 que todos conocemos, como por ejemplo el código GS1 Datamatrix, el GS1 Databar o el GS1 128 que permite codificar más de 140 atributos, esa información incluye: Lotes de Producción, Fecha de Vencimiento y Número de serie, etc y los códigos que la contienen cuentan con diferentes formas de lectura: lineales o en Barras, Bidimensionales, o por Radiofrecuencia, un sistema de alta eficiencia, velocidad y visibilidad a través de toda la cadena de valor.
Toda esta cartera de herramientas de identificación ya está disponible para darle el soporte necesario a iniciativas de avanzada en procedimientos de Trazabilidad, Sustentabilidad, etc., que hoy están en etapa de desarrollo e implementación alrededor del mundo, pero que en lo que hace a formas de identificación ya están listas para ser usadas.
Algunos estándares y soluciones que hicieron historia
- Datamatrix: Es un transportador de datos con una capacidad de carga de datos mucho más grande y un tamaño reducido que lo hace apto e ideal para el sector salud, para la identificación de medicamentos, si bien no es utilizable en un punto de ventas.
- Trazabilidad de medicamentos: GS1 Argentina a partir de la incorporación del sector salud dentro de su red de asociados, pero sobre todo a partir de la Resolución de ANMAT de Trazabilidad de Medicamentos, prestó particular atención a esta simbología e implementó la verificación de calidad de lectura y la extensión de Certificados con el fin de optimizar la transmisión de datos de los Códigos 2D.
- PyMES: GS1 Argentina desde un comienzo trabajó mirando hacia el interior del país y apuntó a que los estándares fueran una herramienta posible para todo tipo de empresas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Con este objetivo fue que creó el Proyecto PyMEs, porque es justamente este perfil de empresas el que caracteriza a nuestras provincias y a todo nuestro país. En 2004, cobra fuerza a través de los contactos con los entes de gobierno y cámaras.
- Trazabilidad y Seguridad: La globalización, el aumento del flujo de las exportaciones y el consumo en constante crecimiento a nivel mundial pusieron de manifiesto la importancia de la calidad de los productos alimenticios y la incidencia que esos productos tienen en la calidad de vida de los consumidores. Estas bases, sin embargo, se vieron alteradas cuando los mercados de Europa y Estados Unidos fueron amenazados por diferentes flagelos como el mal de la vaca loca, la gripe aviar y el bioterrorismo. Nuestro país, tradicionalmente exportador de productos del agro, de carnes, de vinos y de frutas, de pronto se encontró involucrado en esta problemática porque la continuidad de sus actividades dependía del cumplimiento de las Reglamentaciones que imponían la trazabilidad como requisito ineludible para la comercialización de productos alimenticios. Fue así que tanto GS1 Argentina como las empresas productoras se pusieron en movimiento para que a partir de los estándares del Sistema GS1 se implementara la solución de trazabilidad genérica del Manual de Implementación de la Trazabilidad EAN.UCC.
- AFIP: En 2010 se puso en marcha el Proyecto Matrix, para optimizar la gestión fiscal mediante la utilización de la Factura Electrónica, que lee los códigos de GS1 que se interpretan para determinar qué producto se vende y su precio en todas las etapas.
La posición de GS1 Argentina dentro de la región
Alejandro Rodríguez expresa que desde el punto de vista formal, GS1 Argentina está claramente posicionada como una de las cuatro Organizaciones Miembro más importantes de la Región Latinoamericana y es además, miembro del Management Board de GS1 Global. A su vez, desde el grado de adopción y desarrollo, su portafolio de soluciones en los sectores usuarios que ya he mencionado anteriormente, GS1 Argentina se destaca por la difusión del uso de diversos Códigos de Identificación, por el uso intensivo del sistema de Intercambio Electrónico de Documentos (EDI) y por una eficiente Alineación de Bases de Datos a través del Catálogo Electrónico, además de la implementación de diversos sistemas de Trazabilidad de productos de diferentes categorías.
Jabón Dúplex, pionero en el uso del código de barras
El día 15 de abril de 1985 la firma Alejando Llauró e hijos S.A. comenzó la distribución a nivel nacional del primer envase de consumo masivo, que llevó incorporado en su impresión el código de barras.
La marca Llauró e hijos S.A., presente en el mercado argentino desde el 1878, no podía dejar de ser la primera en incorporar a sus productos un adelanto tecnológico tan trascendental, como es la aplicación comercial del código de barras. Fueron pioneros en darse cuenta de las innumerables ventajas que ofrece este sistema de identificación al comercio, tanto mayorista como minorista, tanto operativas como económicas, así como también indudables mejoras para el consumidor en lo que hace a rapidez, comodidad y autocontrol de sus compras. El primer producto comercializado con el código impreso en su envase fue el jabón en polvo Duplex. La fotografía que acompaña esta nota, reproduce precisamente el primer envase comercializado por la empresa.
Mirando al futuro
La familia de la simbología estándar de GS1 hoy cuenta con portadores de datos para distintas aplicaciones, y probablemente en un futuro tenga más opciones para nuevas necesidades. La automatización es una necesidad global que ya no tiene límites. El futuro es la nueva meta de GS1, el lenguaje estándar su conductor.
“Para celebrar los 30 años de GS1 Argentina, podría bastar con una mirada al indiscutido aporte que sus estándares globales y soluciones han brindado, a través del tiempo, a las cadenas de valor de sus asociados: simplificar las etapas operativas, reducir costos y mejorar en eficiencia y servicio al consumidor. Sus principios de neutralidad, integridad y sin fines de lucro han trazado ese camino.
Hoy, Argentina ya dispone de un portafolio completo de estándares de Identificación, documentos, alineación de bases de datos y trazabilidad de avanzada, asegurando visibilidad a través de toda la cadena de abastecimiento con herramientas fundamentales para iniciativas y mejores prácticas de sustentabilidad”, dijo Rubén Calónico, gerente general de GS1 Argentina.
Más información:www.gs1.org.ar
Nota realizada por webpicking.com con material de prensa suministrado por GS1 Argentina