Entrevista a Guillermo Stefoni, gerente de Fundación Profesional para el Transporte (FPT), brazo académico de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC). Fue en el marco de la entrega de diplomas a 20 mujeres egresadas de la 2° edición del programa “Mujeres en Concreto”, desarrollado por la entidad junto a la Fundación Loma Negra.

¿Qué motivó a la FPT a impulsar un curso de conducción de camiones para mujeres, en conjunto con la Fundación Loma Negra?

Este es un curso de formación para el manejo de camiones pesados, que desarrollamos de forma conjunta con la Fundación Loma Negra y el Centro de Transportistas de Cargas de Cañuelas (Cocatra). Se trata de una actividad de formación y de inclusión, necesaria para todo el sector.

Como consecuencia del faltante de choferes, la mujer pasa a tener un rol importante para la provisión de conductores al mercado. Trabajamos no solamente en la conducción, sino también en el entorno de la empresa que va a recepcionar a esa mujer, a fin de que esté preparada para la inclusión.

¿Cuál es el estado de los diferentes cursos de conducción que la FPT ofrece?

De acuerdo al ámbito en el cual el transportista desarrolla sus actividades, nos reunimos e identificamos las necesidades, a fin de activar una formación integral. Por caso, esto nos llevó a generar un curso para el transporte en el área forestal; otro en el área de alta montaña; y otro en manejos eficientes. También desarrollamos una formación de conductores de autoelevadores, y de operadores de grúa.

La fundación tiene un perfil educativo y formativo, que se nutre de las necesidades del mercado y de la información que recibe a través de sus asociados.

¿Qué lugar tienen los simuladores de manejo, que permiten a los alumnos arrancar la capacitación sin el miedo inicial de manejar una máquina?

Si bien a los alumnos les puede asustar el hecho de sentarse en un habitáculo y ser observados, tratamos de que se amiguen y que empiecen a familiarizarse con el transporte a través de la simulación. También existe una actividad que hoy está en auge dentro de nuestra fundación: la psicología vial. La misma trabaja sobre las capacidades y las reacciones que una persona puede tener, dentro del campo de una playa de maniobras.

Hay un circuito armado, por el cual nuestro gabinete de psicología puede detectar ese tipo de necesidades, para corregirlas en el campo. Esto se traduce en una mayor autoestima para el conductor, dado que se puede encontrar con sus falencias.

Varias mujeres que se capacitaron en la última edición del curso vienen de familias camioneras. ¿Por qué no tenían antes este lugar en la conducción?

El arraigo y la pasión con los que sus familias transmiten la profesión ayuda a que las mujeres se desarrollen. Pero también ellas necesitaban un ámbito de formación, para compartir experiencias con otras mujeres, y entender situaciones que vivieron, en un espacio en donde todos hablan el mismo idioma.

La fundación tiene como meta que la mujer y el hombre sean conductores: las capacitaciones tienen las mismas características y exigen las mismas condiciones. Así, la mujer se siente de igual a igual, y este es un espacio en el que ella puede estar y expresarse libremente

¿Cómo evalúa el desempeño de las mujeres respecto del de los hombres?

En Argentina, todavía no podemos exhibir una estadística y un análisis comparativo, porque no hay un volumen de mujeres conductoras que nos permita evaluar bajo un mismo régimen quién es mejor o quién desarrolla una actividad más prolija. Sin embargo, hay otras referencias en la región.

En Chile, hay un gran nivel de mujeres conductoras, sobre todo en transporte de pasajeros, y se ha detectado que tienen un manejo más eficiente. Las labores de mantenimiento a las unidades son más esporádicas respecto de aquellas vinculadas a la actividad de los hombres. Estamos en camino de que la mujer pueda tener un mejor desarrollo en el manejo eficiente y en la actividad en general. Entendemos que la mujer puede tener un plus.