El entorno económico en Argentina, caracterizado por una alta volatilidad y una constante inflación, ha llevado al Estado a tomar medidas proteccionistas que incluyen restricciones a la importación y que hoy continúan afectando a todo tipo de empresas relacionadas con la logística.
Esta problemática no solo ha limitado la capacidad de las empresas de importación de bienes y productos, aumentado la competencia en el mercado local y provocado grandes subidas de precios, sino que además la devaluación del peso argentino ha elevado el costo de los bienes importados, lo que ha afectado la rentabilidad de las empresas logísticas que operan en el país.
El aumento de las restricciones a la importación en Argentina ha sido un tema recurrente en los últimos años. Desde una perspectiva logística, el impacto de estas restricciones se manifiesta en los costos, la calidad de servicios, constante escasez de productos y mayor competitividad.
“En general todo tipo de modelo restrictivo donde se limita la oferta tiende a generar una suba de precios por un efecto de mayor demanda que disponibilidad. En particular en nuestra actividad también afecta en forma directa la posibilidad de prestar servicios. Por ejemplo la falta de unidades 0km para la renovación del parque de camiones no solo empeora la calidad del servicio sino que restringe la oferta aumentando el nivel de precios, misma situación ocurre con insumos como neumáticos y repuestos; en el caso de los almacenes podemos detectar serios problemas para la renovación de parque de máquinas de movimientos para citar algunos casos”, explicó Gabriel García Polignano, director de Operaciones de Celsur Logística.
Asimismo, sumado a las medidas de restricción, la escasez de divisas por parte del BCRA, reduce enormemente las posibilidades de importación autorizadas, lo que afecta la reposición de mercadería, genera distorsiones en la administración de los stocks ya existentes y en la gestión comercial de la cadena de suministro. En este contexto, los especialistas consideran que no queda otra estrategia de selección y administración que en definitiva elegir lo esencial y productivo sobre los bienes suntuarios por ejemplo, pero se trata de “elegir el menor de los males” .
“Actualmente, frente a toda la problemática, las empresas logísticas deben ser capaces de administrar la escasez de manera inteligente. Para ello, es fundamental contar con planes de mantenimiento preventivo y correctivo que permitan maximizar la vida útil de los equipos y minimizar el riesgo de fallos. Igualmente, es importante considerar la posibilidad de sustituir los productos importados por opciones locales aceptables en la medida de lo posible, lo que puede reducir la dependencia de las importaciones y mitigar los efectos de las restricciones a la importación en la logística empresarial. De esta manera, las empresas logísticas pueden adaptarse a las condiciones del mercado y mantener su competitividad en un entorno económico desafiante” agregaron desde Celsur.
El sector logístico enfrenta grandes desafíos. Entre ellos, lograr una industria local competitiva en costos y servicio para avanzar sobre mayor disponibilidad nacional, además de lograr una economía equilibrada en término de disponibilidad de USD que permita planificar un modelo de negocio sostenible en el tiempo. De esta forma, no solo la logística se ve afectada por las actuales complicaciones, el consumidor final puede ver limitadas sus opciones y la calidad de los productos a adquirir.