Miebach Consulting, en colaboración con GS1 Alemania, puso en marcha un estudio de mercado, con foco en la “Ley de debida diligencia en la cadena de suministro”. El objetivo es averiguar hasta qué punto las empresas europeas están preparadas para esta legislación y qué medidas concretas ya se han aplicado en la actualidad.

Se trata de una normativa que apunta a prevenir las violaciones de los derechos humanos y de la legislación medioambiental en las cadenas de suministro globales. La misma entrará en vigor en 2023.

La Ley de debida diligencia se aplicará en todos los países europeos. Esta obligará a realizar controles estrictos de las redes de suministro, centrados en los aspectos medioambientales y sociales (por ejemplo, adquisición de materiales controvertidos, condiciones laborales justas, evitar el trabajo infantil, etc.).

De acuerdo con la firma de consultoría, este es un reto importante para las empresas, “ya que las obligaciones de responsabilidad contempladas en el proyecto de directiva van más allá de las propias actividades de las empresas e incluyen a todos los proveedores de productos y servicios”. En consecuencia, se anima a las empresas a examinar las partes de su cadena de valor para eliminar el posible riesgo de responsabilidad y garantizar la mitigación de los riesgos derivados de los incumplimientos.

Según Laura Echternacht, directora de Sostenibilidad de GS1 Alemania, “esta legislación creará un marco para que las empresas, primero en Alemania y pronto en toda Europa, ejerzan la debida diligencia en sus redes de valor. Para aplicar los requisitos de la Ley de debida diligencia, las empresas necesitan transparencia en sus cadenas de suministro: ¿Quién forma parte de ella? ¿Se están cumpliendo las normas medioambientales y sociales?”

“Se necesitan formatos y normas uniformes para intercambiar esta información de forma eficaz y, con este estudio, esperamos obtener información sobre cuán preparadas están las empresas para ello y en qué aspectos las soluciones industriales pueden apoyar la implementación”, explicó.

Por su parte, Thomas Krebs, Principal Sénior de Miebach Consulting, comenta: “En Europa hay una presión creciente sobre las empresas para que sus cadenas de suministro sean más sostenibles. Quienes ejercen esta presión son las normativas, como esta Ley europea de debida diligencia, los propios consumidores, que exigen cada vez más productos “limpios”, y los inversores, que cada vez con mayor frecuencia evalúan a las empresas en función de sus riesgos sociales y medioambientales”.

“¿Cómo se sitúan las empresas en Europa a la hora de aplicar requisitos más estrictos de debida diligencia en sus cadenas de suministro? Este estudio pretende arrojar luz sobre el statu quo de las empresas y la forma en que abordan estas cuestiones”, añadió

En tanto, Anastasiia Omelchuk, consultora de Miebach Consulting, destacó: “Esta ley europea es un paso importante para que las cadenas de suministro sean responsables en términos de derechos humanos y medioambientales. El reto es encontrar el equilibrio adecuado entre una normativa que cumpla eficazmente el objetivo principal y que, al mismo tiempo, no perjudique a las empresas.

“El cuestionario del estudio está diseñado para ayudarnos a medir las opiniones y reacciones de las empresas sobre la próxima normativa. También esperamos identificar los mayores retos y las áreas más importantes en las que las empresas deben trabajar”, afirmó.

Para participar en el estudio, acceda al cuestionario a través del este enlace.