El Foro Económico Mundial proyecta un aumento del 36% el número de vehículos de reparto en las 100 principales ciudades del mundo para 2030. Y en sintonía, estima que las emisiones de GEI aumenten en casi un tercio y las congestiones crezcan hasta un 21%.
“Se debe encontrar un equilibrio que nos permita mantener los actuales niveles de abastecimiento de un número creciente de mercados y de consumidores, con productos y servicios cuyos precios sean adecuados y con un nivel de emisiones que no sea perjudicial para el entorno. Medir las emisiones de esos gases constituye el primer paso para poder actuar en la reducción de las emisiones contaminantes asociadas a la cadena de suministros”, señala Fernando Pereyra, gerente de Calidad Seguridad y Ambiente en Celsur Logística.
Ante este escenario, Celsur inició el proceso de análisis de huella de carbono a mediados de 2016. “Como acción inicial dentro del plan integral de HC, debíamos saber las tn CO2eq (toneladas equivalentes de dióxido de carbono) en ese momento para calcular nuestra huella, posteriores objetivos, planes asociados y seguimiento.”, explica Pereyra.
Gracias a ese análisis, se iniciaron medidas y sistematización de recolección de datos como herramienta de gestión estandarizada para el cálculo de la huella de carbono. La medición apunta a desagregar la huella de carbono a nivel de operación y clientes para trabajar con ellos en medidas de reducción y mitigación.
También tomaron medidas orientadas a reducir el consumo eléctrico en los parques logísticos, incorporando tecnología LED en todos los depósitos para iluminación interior y exterior para controlar y minimizar el impacto de la actividad sobre el medio ambiente.
Y además, la compañía capacitó a los choferes de flota seleccionada sobre manejo eficiente e incorporación de telemetría en unidades tractoras, para medir el comportamiento ambiental y defensivo del chofer en tiempo real.