El puerto de Barcelona ha sufrido una caída de cerca del 20% de sus tráficos de mercancías durante el primer semestre del año, según los datos facilitados por la autoridad portuaria. Así, el tráfico total entre enero y junio alcanza los 28 millones de toneladas, frente a los 34,5 millones del mismo periodo de 2019, un descenso del 18,8%. En contenedores, el retroceso es superior, del 20,5%, con 1,3 millones de teus movidos.
Todos los tráficos se sitúan en negativo, a excepción de los sólidos a granel, que han resistido el impacto de la pandemia de covid-19, con un ascenso del 1,3%, por encima de los dos millones de toneladas. El segmento de carga más penalizado por la crisis sanitaria es el de automoción, con una caída histórica del 47,6% (218.000 unidades), consecuencia de la paralización de las plantas de producción y las ventas de vehículos. Los graneles líquidos también se anotan un descenso del 23,2%, mientras que los tráficos ro-ro arrojan un saldo negativo del 19,4% (en utis).
Los tráficos de pasajeros y cruceros se llevan la peor parte, como consecuencia de las medidas de contención de la pandemia. En ferris, el descenso es del 61%, mientras que en cruceros llega al 84%. La pérdida de ingresos por este último concepto, una de las partidas históricamente más rentables del enclave catalán, alcanza los 11 millones de euros en los seis primeros meses de 2020.
Puerto de Barcelona, lenta mejoría en junio
Los tráficos han tocado fondo en mayo y ya en junio se han anotado los primeros efectos de mejoría. “A nivel de mercancías, lo peor ya ha pasado; a partir de ahora asistimos a una recuperación incipiente, que puede ser en forma de v o de diente de sierra, en función de la evolución de la pandemia”, ha asegurado la presidenta, Mercè Conesa. La autoridad portuaria trabaja en un plan a tres años con el fin de recuperar los tráficos, basado en reforzar el hinterland y las exportaciones (uno de los tráficos que mejor está resistiendo el impacto de la crisis, los contenedores llenos solo han bajado un 3%), fortalecer los lazos comerciales con Asia y desarrollar una estrategia de suelo logístico para ganar el espacio que demandan los operadores.
Los responsables de la institución prevén cerrar el año con una caída de los tráficos de dos dígitos, inferior a la del primer semestre, y con beneficios, aunque la cuenta de resultados se resentirá de la pérdida de actividad y de las medidas adoptadas para apoyar a los operadores, a través de la rebaja de tasas y el aplazamiento de pagos.
Mercè Conesa también se ha referido a la propuesta de nuevo marco estratégico aprobado por Puertos del Estado y las autoridades portuarias esta semana en Santander. La presidenta del puerto de Barcelona ha insistido en reclamar mayor autonomía de gestión para las autoridades portuarias y se ha mostrado en contra del alctual sistema de tasas portuarias. “No aceptamos que la rebaja de tasas sea igual para todos, el sistema es muy rígido y debe adaptarse a la situación de cada puerto; hace falta más flexibilidad, la rebaja per sé no es positiva”, ha subrayado.
Fuente: reproducido con permiso de http://www.elvigia.com/