La agricultura familiar ofrece oportunidades de desarrollo sostenibles e inclusivas y para aprovechar ese potencial se debe mejorar su acceso a la tecnología y al mercado para lo cual se debe construir una red institucional que incentive la asociatividad, inteligencia de mercados, certificación, comercialización y alianzas estratégicas con los productores, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Alfonso Velásquez Tuesta.
Fue durante su disertación ‘Agricultura Industrial y Sostenibilidad: Los verdaderos desafíos para la agroexportación peruana´ en el coloquio ‘Ciencia y Sociedad: Agricultura Sostenible’, organizado por Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).
“La agricultura familiar puede ser parte de la agricultura moderna, pero carece de herramientas. Hay que organizar y capacitar a los productores para que sean más productivos y se articulen con empresas comercializadoras a fin de que produzcan de acuerdo a las exigencias del mercado. Se trata de una visión inclusiva para que los beneficios e incentivos de la agricultura moderna lleguen a más unidades productivas agrarias”, comentó.
Trabajo integral
Mencionó que se debe trabajar de manera integral en la organización, promoviendo el uso eficiente de los recursos (tierra y mano de obra). “Hay que evaluar los recursos. El 80% de las unidades productivas tiene menos de 5 hectáreas y de ese total el 84% está en la Sierra y Selva. Son 2 millones de unidades agrícolas y el 41% de la población vinculada a ese sector está debajo de la línea de pobreza. Estos indicadores deben mejorar”, dijo.
Velásquez apuntó que las grandes empresas comercializadoras y agroexportadoras, asociadas a ADEX están dispuestas a brindar sus plataformas comerciales a nivel mundial para apoyar el acceso a los mercados de la producción de los pequeños productores, quienes deben trabajar de forma asociada y de acuerdo a las especificaciones del mercado mundial de tal forma que puedan participar de la creciente demanda de los super food peruanos. Está visión también es compartida por los gremios productivos nacionales.
Añadió que el modelo agroexportador vigente (Ley 27360) permitió la formalización del sector, del 16% en el 2004 al 25% en el 2018 -solo en la costa pasó del 25% al 44% en ese mismo lapso de tiempo- por lo que es importante mantener este gran mecanismo promotor que permitió generar US$ 6 mil 600 millones de exportación y 809 mil empleos en el 2018; y despachar 565 productos a 135 mercados.
“Actualmente el trabajador formal del sector agro percibe un jornal 2.2 veces mayor que el informal. El agro es hoy la segunda fuente de divisas en Perú, por lo que se debe trabajar con el gobierno para lograr incentivos sectoriales que nos permita alcanzar una equidad económica en esa actividad”, dijo.
Añadió que la demanda mundial de alimentos es creciente y se pronostica que en los próximos 35 años, exigirá producir lo que el mundo produjo en los últimos 2,000 años, lo que constituye una inmensa oportunidad que Perú no puede ni debe desperdiciar. Recordó que nuestro país tiene diversidad y productos de calidad. “Son 2 millones de unidades agrícolas que se podrían beneficiar con esta demanda”, puntualizó.
“Hay oportunidades, pero debemos trabajar para que los pequeños productores se organicen, puedan acceder a tecnología, mejoren sus recursos y accedan a más mercados. En ADEX por ejemplo ya estamos trabajando en alianza con los gobiernos regionales para promover una nueva la oferta del interior del país. Hace unas semanas suscribimos un convenio con Huancavelica, cuyas autoridades buscan adecuar y posicionar su oferta exportable y lograr un objetivo: convertirse en la primera región orgánica del país”, concluyó.
A tomar en cuenta:
- El consumidor global demanda productos sanos, orgánicos, nutracéuticos, prácticos, innovadores, de pronta disponibilidad.
- El mercado premia a la agricultura sostenible.
Fuente: ADEX.