La Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay (Dinama) otorgó la autorización para el comienzo de las obras del Ferrocarril Central, marco en el cual se deberá presentar un plan de gestión ambiental por cada tramo, según informó el titular de la repartición, Alejandro Nario. Los principales aspectos considerados en el estudio de impacto fueron los ruidos, la calidad del aire y la afectación del tránsito.

Nario, en compañía del ministro interino de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Jorge Rucks, anunció la aprobación de la autorización previa para la realización del proyecto Ferrocarril Central. En rueda de prensa, explicó que los principales componentes considerados fueron los relacionados con la contaminación sonora, la calidad del aire y la afectación del tránsito, en especial, en la localidad de Sarandí Grande, departamento de Florida.

El titular de la Dinama destacó el valor del proceso de participación popular realizado a partir de ocho diálogos locales y dos audiencias públicas, en las cuales la población plasmó sus consejos y reclamos, que fueron tomados en cuenta a la hora de determinar el proyecto final.

“Estamos muy orgullosos del trabajo de nuestros técnicos y con el Observatorio Ambiental se puede confirmar todos los pasos seguidos, lo cual le fuimos pidiendo a la empresa a cargo de la construcción de las vías férreas y al Ministerio de Transporte”, dijo.

Informó, además, que se acordó crear una comisión de coordinación para el seguimiento de la obra, que analizará cada tramo por construir, y que las próximas etapas se centrarán en la topografía y la geodesia.

Por su parte, Rucks precisó que el proceso de análisis de la obra comenzó en abril de 2018 y que ese estudio concluye que los impactos ambientales que provoque la obra serán mitigables en el cumplimiento de lo exigido.

Indicó también que esa autorización es específica para el proyecto presentado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que consultó a las intendencias involucradas en el trazado.

“Se trata de un proyecto nacional, del cual UPM (empresa de fabricación de celulosa que proyecta instalar su segunda planta) podrá ser beneficiaria o no”, aclaró.

Según lo propuesto por la cartera de Transporte, se manejan como máximo 15 frecuencias diarias de ida y vuelta, con un máximo de cuatro millones de toneladas, pero se estima que al comienzo se realizarán siete frecuencias de ida y vuelta, con una carga de dos millones de toneladas.

Fuente: Presidencia de Uruguay.